miércoles, 17 de noviembre de 2010

Al señor de la salud tras la madruga del 1994 (por José Luís Garrido Bustamante)

Señor de los Gitanos macilento
broncíneo, que te acercas a mi orilla
¿Qué tienes que se dobla mi rodilla
ante tu dulce faz en movimiento?.

Cornetas y tambores en sustento
del bravo corazón de tu cuadrilla
pusieron nueve marchas de puntilla
el alma de quien viera tal portento.

¡Qué entrada más genial en la Campana
en esa chicotá que nadie acaba!
mi hija que es más paya que gitana
contó que nunca vio tal gallardia.

Lloró mi hija cuando lo contaba
llore tambien, señor, mientras lo oia.


José Luís Garrido Bustamante (Libro: La Esquina Encendida)

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